jueves, 13 de octubre de 2011

Cómo actuar frente al bebé



El bebé es parte de la familia, está presente con su personalidad, y comparte lo que pasa en la casa. Por lo tanto, ya no se puede actuar como si no estuviese; siempre hay que tenerlo en cuenta. El mito que supone la impermeabilidad del bebé a los asuntos de los adultos es el causante de muchos errores y conductas inadecuadas de los padres.
O lo hacen participar demasiado de las circunstancias fa miliares (agresiones, amor, preocupaciones), porque supuestamente no entiende, entonces nada se le oculta. O lo tratan como si no perteneciera al ámbito familiar, lo dejan al margen de los acontecimientos, y no lo preparan para los hechos importantes (mudanza, nuevo embarazo, separación). Así, la nueva sitúación se le impone al bebé abruptamente sin aviso previo, lo que puede producirle sensación de desamparo, y dejarle “agujeros” en su historia.


Y atención a las señales, gestos, medias palabras, con los que algunos padres se transmiten información prohibida para el chiquito. El “huele” algo extraño en el ambiente, sospecha el ocultamiento y adquiere desconfianza. Su radar funciona a las mil maravillas.


Ahora bien, cuando decimos que el niño comprende, no estamos afirmando que esa comprensión sea la misma que la del adulto, y que traduzca como él las palabras, los gestos, los actos. El bebé percibe, sobre todo en los primeros meses, a nivel corporal, y responde también corporalmente.

Lactancia de regreso al trabajo



La duda, la culpa y más que nada el temor angustian a las madres cuando se acaba el tiempo reglamentario de licencia y deben retornar a su trabajo. Entonces, muchas madres se preguntan si es conveniente seguir dándole el pecho o sustituirlo por una leche artificial. No obstante, en un estudio realizado hace varios años, se descubrió que las madres primerizas que trabajan suelen ser más propensas a criar al pecho a sus hijos en comparación a las que no trabajan.


A su vez, no se hallaron pruebas de que la vuelta al trabajo acortara de manera significativa el tiempo en que la madre amamante. Si la elección es continuar alimentando a su hijo a pecho, existen varias opciones para hacerlo.


Si el regreso se pauta de manera parcial puede extraerse leche para dársela cuando esté fuera y le dará el pecho cuando regrese a casa. Otra posibilidad, en el caso de que la jornada laboral sea extensa, es hacer una combinación de leche materna con leche artificial. Lo fundamental es tener un sacaleche adecuado y, en ambos casos, es recomendable aclarar las condiciones específicas con una consejera de lactancia y con su jefe.



Bebés con ansiedad o angustia



Evolutivamente, la angustia aparece en cualquier etapa del desarrollo infantil, y se le asignan diversos nombres. En el lactante, al 6to mes surge la angustia de separación de su madre. En el preescolar, (desde los 4 a los 6 años), aparece la angustia frente al daño corporal En cualquier etapa, la presentación externa de la angustia tiene características comunes que comprometen a todo el sujeto. Abarca el llanto, las sensaciones internas de destrucción y pérdida, la tensión motriz exacerbada, y los trastornos de áreas específicas (alimentación, sueño, control de esfínteres, lenguaje, relación social).


Pueden aparecer síntomas como la succión del pulgar u otro objeto, el hábito de comerse las uñas, inapetencia, voracidad, insomnio, pesadillas y rechinar de dientes. El niño puede optar por callar o empezar a los gritos, pelearse con sus hermanos o aislarse. A cualquier observador le resulta evidente su profunda insatisfacción y displacer, así como la búsqueda de una salida pronta y efectiva. A menor edad, más posibilidad de reacciones corporales: a mayor edad, mayor incidencia de respuestas de conducta.


Aun en este punto, la expresión de la angustia es un mecanismo útil para el ser humano, pues permite una descarga de las tensiones acumuladas. Basta recordar el profundo y pacífico sueño de un bebé después de una rabieta. Entrar en consideraciones acerca de las posibles razones, abarca un espectro tan amplio como la vida misma. Problemas familiares, escolares, sociales; temporarios o permanentes; leves o graves, pueden ser causa y efecto de la angustia infantil. Cabe agregar a esta enumeración las enfermedades orgánicas y aun las consultas médicas.






http://ladulceesperasgg.blogspot.com

martes, 4 de octubre de 2011

Mujercitas Creciendo en casa

Crecer en el mundo de hoy puede ser un reto enorme, ya que los lineamientos para nosotras las mujeres son algo turbios… yo tengo la bendición de tener 2 pequeñas princesitas en mi casa y cuando las veo tan diminutas no puedo dejar de imaginarme cómo serán de grandes Christine y Michelle. En cuanto a negocios, las mujeres y los hombres se supone deben ser tratados de la misma forma, pero en la casa aún se les enseña que los hombres se ponen de pie y las mujeres se quedan sentaditas cuando son presentadas a otras personas. También les hemos enseñado que las mujeres deben dar la mano diferente a como lo hacen los hombres y la lista sigue…



Los tiempos han cambiado, yo en lo personal me imagino a Christine o Michelle siendo directivas de un Banco importante en Costa Rica o en cualquier lugar del mundo, me las imagino siendo activas en la política nacional, sanando enfermos o haciendo cualquier cosa que ellas lleguen a soñar. Es por eso que creo que debo darles ciertas reglas sociales básicas que todas las mujeres deberíamos seguir:


1.Ponernos de pie siempre que seamos presentadas con otra persona.


2.Hombres y mujeres, niños y niñas, deberíamos darnos la mano de la misma forma. Ni muy débil ni muy agresiva. Es importante practicarlo con nuestras hijas.


3.Vestirse con autorespeto. Muy tallado, muy corto o muy revelador envía el mensaje equivocado sin importar la edad. Esta regla se puede aplicar con adolescentes y niñas de la misma forma. Los padres deberíamos tener cuidado al comprar la ropa de nuestras hijas. Solamente porque la ropa está en las tiendas, en las revistas o en la TV no significa que es apropiado. A mí en lo personal no me gusta ver una niña vestida como “muchacha”


4.Hoy en día, los hombres a menudo ven la palabra “NO”, como “No ahorita”. Enseñemos a nuestras hijas a decir “NO” y que signifique “NO”… NO a las drogas, al alcohol y cualquier cosa que vaya contra sus valores


5.Por otra parte, enseñemos a nuestras hijas a NO aceptar un “No” como respuesta! Si es algo que desean, sueñan y no pueden alcanzar la primera vez enseñémosles a seguir intentando, a no darse por vencidas… a seguir tratando, investigando y estudiando hasta conseguirlo! Nunca deben darse por vencidas y nunca deben aceptar menos de lo que se merecen.


6.Es importante seleccionar amigas con valores parecidos. Como padres nosotros podemos ayudarles conociendo y relacionándonos con padres que tengan valores parecidos a los nuestros.


7.Es importante que nuestras hijas sepan que no es necesario que sea amiga intima de todas las niñas pero si debe ser respetuosa de todas las niñas.


8.En lo personal considero vital enseñarle a nuestras hijas que no es necesario poner excusas para rechazar una invitación. Las mujeres no estamos obligadas a decir que SI a cada invitación que recibimos. Sin embargo si es importante confirmar si uno va a asistir a una actividad. Si alguien nos hace una invitación se puede contestar algo tipo: “gracias por la invitación, pero voy a tener que decir que no”… eso es mejor que decir “perdón pero no voy a estar en San José” y que luego la otra persona se la encuentra en el cine con las amigas. Ambas cosas son difíciles pero la primera respuesta es más integra y sincera.
Algunas otras cosas importantes de enseñarles a nuestras pequeñas princesitas en la casa:
•Una buena amiga no es chismosa.
•Evita usar malas palabras, incluso si los demás las usan.
•Pone atención en clase, la iglesia y eventos especiales.
•Ser buen jugador y deportista (pierdas o ganes).
•Se amable con tus hermanitas, siempre las tendrás a tu lado ( lo digo yo que tengo 3 maravillosas hermanas que amo! )
•Respeta el punto de vista de los demás incluso si es diferente al tuyo.
•Evita estar corrigiendo y criticando a los demás.
•Sostén la puerta si llegaste primero, no importa si quien viene después es un hombre o un niño
•Procura siempre hablar de una forma apropiada, pronunciando bien, hablando con respeto y diciendo por favor y gracias.
Esta lista les enseñara a vivir en sociedad más fácilmente y sobre todo a que se den a respetar en medio del mundo en que estamos hoy en día…

“Con AMOR y FIRMEZA”.

Bien se ha dicho que el primer lugar para formar los hijos e hijas es la familia y no las instituciones educativas, sin embargo, ésta tarea maravillosa que Dios nos ha encomendado, no siempre resulta tan fácil. Nuestros hijos son regalos del cielo y como tales debemos aprender a guiarlos adecuadamente para que aprendan cómo realizar lo que desean de la manera más óptima.
Es fundamental por lo tanto establecer reglas para fortalecer conductas y lograr un sano e integral crecimiento personal. El mundo está rodeado de reglas y los hijos deben aprender a vivir en ellas desde muy pequeños… de tal forma que los límites deben basarse en las necesidades de los niños y niñas.


Lo que se LIMITA es la CONDUCTA, no los sentimientos que la acompañan. A un niño se le puede solicitar que no haga alguna cosa, pero nunca se le puede pedir que no sienta algo o impedirle una emoción o sentimiento.


Los LÍMITES deben fijarse de manera que no afecten el respeto y la autoestima del niño (a). Se trata de poner límites sin que el niño se sienta humillado, ridiculizado o ignorado. Es necesario que se señale la situación problemática empleando pocas palabras. Los sermones son poco efectivos y alteran a las personas. Evite calificar al niño, solamente señale el problema. Sea firme, pero tranquilo.

Algunos consejos fundamentales son:
Dedique el tiempo suficiente... Si uno está mal para enfrentar el día, si no se lleva bien con otros miembros, si se siente presionado o si tiene temor por el día que se avecina, los niños sentirán esta tensión.


Cuando no se respetan los LÍMITES, debe traer consecuencias. Las cuales deben ser proporcionales, directas y, en la medida de lo posible inmediatas a la situación que las provoca. Las consecuencias deben ser adecuadas a la situación. Esto es, que guarden una relación natural o lógica con la conducta en cuestión.


Las REGLAS deben establecerse de común acuerdo entre padres e hijos, deben ser el producto de la discusión y el entendimiento.


Es más fácil establecer DISCIPLINA cuando la persona responsable de los niños realmente se siente satisfecha de estar a cargo del niño, cuando disfruta al compartir con ellos y cuando es capaz de respetar la necesidad de seguridad de ellos. La disciplina da buenos resultados cuando los adultos son firmes, observadores y afectuosos, nunca si estos se muestran superficiales. La disciplina debe ser firme pero nunca grosera, respetuosa y no hiriente, o sea debe controlar pero nunca lastimar al niño.


La DISCIPLINA depende en gran parte de las habilidades y de las conductas de los adultos, como también de la capacidad para combinar el afecto y el control. Esto es difícil, pues exige mucho de nosotros mismos. La buena disciplina no es solamente castigar o lograr que las reglas se cumplan, implica también que nos gusten los niños y que ellos se sientan aceptados y queridos por nosotros. El proveerles de reglas claras y apropiadas es sólo para su protección.


Nuestra conducta y actitudes afectan la conducta de nuestros hijos. Es posible que los niños se sientan bien, pero empiezan a portarse mal si se les dirige masivamente, o se les grita, en lugar de tratarlos como seres humanos. Los niños imitan la conducta de los adultos y si el adulto es grosero, estos también lo serán.


El manejo de los niños debe ser gentil pero con autoridad, ofreciéndoles siempre dirección y conductas apropiadas para imitar. Los niños necesitan adultos que tengan autocontrol y en quienes ellos puedan confiar.


Existe una frase que una vez leí y encierra muy bien, lo señalado….


“Educar a un niño es como sostener en la mano un jabón. Si aprietas mucho sale disparado, si lo sujetas con indecisión se te escurre entre los dedos, una presión suave pero firme lo mantiene sujeto”. Anónimo.

¿Cómo se comunican los bebés?

En todo el mundo los niños aprenden a hablar sin instrucciones precisas. La primera palabra. Ese momento mágico, casi nunca pensamos por qué este momento es tan mágico? Consideremos lo que está detrás de la elaboración de la primera palabra. Dentro del proceso de desarrollo del lenguaje infantil, la pronunciación del "ta-ta", "da-da" o "ga-ga", que el bebe repite para alegría de sus padres incluso sin que nadie les enseñe cómo hacerlo, representa la manifestación de las raíces del desarrollo del lenguaje en los humanos.






“El lenguaje es un aprendizaje natural, que aparece gracias a
aptitudes específicas y se desarrolla con la interrelación social.
La comunicación por medio del lenguaje es la mayor proeza de la
especie humana”.


El niño (a) tiene que destacar la palabra “pa pa” en medio de toda el habla que escucha diariamente; también debe distinguir en dónde empiezan y terminan los vocablos de las cascadas de palabras que derraman sobre él. El problema del niño en este momento es similar, a lo que sucede cuando un adulto viaja a otro país y no habla el respectivo idioma, pues reconocer frases en los torrentes de oraciones que le llegan por todos lados parece inútil. Las palabras que oye un turista no tienen comas ni están separadas por espacios; de hecho, pareciera que la gente habla con rapidez excesiva. Con toda esta situación, un niño aproximadamente de 11 meses resuelve este problema y encuentra la palabra papá y muchas otras.


Discernir papá es sólo una parte de la solución, el segundo obstáculo al que el niño se enfrenta es resolver que significa papá? Por último el niño tiene que hallar el modo preciso de acomodar sus órganos articulatorios para pronunciar esa palabra. Saber utilizar la boca es como tocar un instrumento complejo: si uno no toca el lugar preciso, pronuncia una palabra totalmente diferente. Por tanto para un niño el lenguaje es como un trabalenguas, y antes de que articule esa primera palabra debe tener múltiples logros que le van preparando el terreno para lograrlo.


¿Cómo es la comunicación del recién nacido?
El aprendizaje fetal integra los cimientos de lo que los bebés hacen como recién nacidos. Así que los bebés pueden oír, cuando el bebé nace no solo oye, sino también llora y llora. La naturaleza los ha dotado con el llanto, potente herramienta para atraer la atención. La cantidad de llanto aumenta hasta que el bebé tiene aproximadamente dos meses y luego disminuye (sirena biológica).


La naturaleza es maravillosa: los bebés lloran cuando se sienten incómodos y nosotros nos sentimos mal al escuchar el llanto, por lo que no es de sorprender que los padres intentarán cualquier cosa por conseguir que el bebé deje de llorar. El llanto no es un lenguaje, pero es una de las primeras formas que nos ayudan a interpretar los sentimientos y necesidades del bebé, por lo que el llanto junto con la sonrisa, comienzan el diálogo entre los padres y los bebés, un diálogo que se irá refinando y enriqueciendo conforme se desarrolla el lenguaje.


El silencio no es oro. No hace mucho tiempo que los especialistas del cuidado infantil recomendaban que se conservara al bebé en ambientes silenciosos. Ahora se recomienda a los padres y madres que conversen con ellos, que los toquen, que los abracen tiernamente, con el fin de que obtengan suficiente estimulación táctil. Ya que con esa estimulación natural ellos florecen.


Evolución de la adquisición del lenguaje en el bebé.
•Comunicación Prelinguística.
El niño, desde muy temprano, presenta una gran atención al habla, especialmente a la de su madre comunicándose con ella por ejemplo al voltear la cabeza cuando escucha su voz. La primera acción comunicativa del niño es el llanto, lo que a su vez incentivará a los padres a realizar alguna conducta. A las 6 semanas el niño sonríe, a las 12 semanas sonríe cuando le hablan y producen sonidos de carácter vocal. A las 20 semanas sus sonidos son entremezclando consonantes.


A los 6 meses aparece el balbuceo y a los 8 se hacen más frecuentes las repeticiones y hay estructuras de entonación que pueden indicar emociones. A los 10 meses emite sonidos de juego como los gorgoritos y realiza imitaciones de sonido. Al descubrir nuevos sonidos, los repite “laleo o balbuceo”. Emite cadenas de sílabas. El balbuceo es como armar un rompecabezas, cerca de los 8 meses se da el balbuceo diferenciado donde se empiezan a utilizar distintas sílabas ensartadas unas con otras.


•Pre-lenguaje.
El niño emite sus primeras palabras al final del primer año, primero refiriéndose a objetos y personas y luego a descripciones del ambiente. Estas primeras palabras contienen pocos elementos fonéticos porque en general se refieren a categorías muy amplias en cuanto a objetos y acciones.


Etapa 1.
Comienza a los 18 meses aproximadamente, se empiezan a formar frases que tienen generalmente dos palabras pudiendo llegar a siete. El lenguaje telegráfico es que las frases imitadas por el niño sufren un proceso de reducción característico.


Etapa II.
El niño tiene un vocabulario de más de 50 palabras y utiliza elementos que modifican el significado de las palabras, dando pluralidad y tiempo, y estableciendo relaciones entre otros elementos. El niño, en esta etapa busca patrones en el lenguaje.


•Es recomendable:
Imitar los balbuceos y gorgoteos que emite el niño sólo en los primeros meses; colocar sus manos sobre nuestros labios entre seis y doce meses; y repetirle las vocales exagerando la pronunciación.


Cuando en la familia existe un ambiente estimulante y educativo que favorece el desarrollo lingüístico del niño estamos contribuyendo a proporcionarle un instrumento que le facilitará la adaptación social y su desarrollo personal. En general, todos los niños requieren cierto grado de estimulación dentro del hogar para que el aprendizaje del lenguaje se realice.


En el caso del lenguaje, la imitación produce un doble efecto positivo en el niño. Por un lado se oye hablar a sí mismo, lo cual lo ayuda a controlar sus emisiones y, por otro, escucha al adulto, que lo motiva a ajustar las palabras a un modelo que le permitirá corregir y mejorar su lenguaje poco a poco. De aquí la conveniencia de hablar a los niños con claridad, sin ceder demasiadas veces a la tentación de imitarlos, ya que si los pequeños escuchan continuamente un modelo erróneo igual al que ellos producen puede retrasarse la adquisición de un lenguaje correcto. Ocurre lo mismo si tomamos sus defectos como una gracia, pues vamos a favorecer la tendencia en el niño o niña a repetirlo igual y a reforzarle de este modo una pronunciación defectuosa.


No es conveniente tampoco el uso continuado de diminutivos, el niño de corta edad tiende a omitir la primera parte de la palabra, por lo que puede llegar a hablar con una serie de “itos” que evidentemente dificultarán la comunicación. Las designaciones abreviadas y las onomatopeyas (guau – guau por perro) utilizadas como medio de nombrar objetos producen el mismo efecto, además de entorpecer el aprendizaje correcto de las palabras.

sábado, 1 de octubre de 2011

Prevenga la obesidad infantil


Pasado de moda están los pantalones bota campana, no saber inglés y la obesidad, sobre todo en los niños. Eso de que los pequeños se ven más lindos gorditos y que entre más ‘robusticos’ más sanos, también está out, no tanto porque atropella la moda, sino porque afecta la salud del menor.


Ver a los niños gorditos no es un logro, es un error y puede convertirse en un calvario. Lo que interesa no es que esté gordo o flaco, sino bien alimentado. Para lograrlo es necesario que desde el nacimiento de los niños, los padres manejen hábitos en la alimentación. Esto podría prevenir la obesidad infantil, acumulación excesiva de grasa corporal.


El primer paso es suministrar leche materna, por lo menos, los primeros 6 meses de vida. Después de esto tiempo se debe iniciar la etapa complementaria con los alimentos adecuados. Y por último, alimentar cinco veces al día con menús distintos y productos necesarios para el crecimiento y desarrollo del menor.
El gastroenterólogo pediatra José Fernando Vera afirma que la niñez es la mejor etapa para promover la sana alimentación. “Esta etapa está relacionada con los hábitos y las conductas, por ende, en este tiempo los padres deben enseñarle a comer adecuadamente a sus hijos. Esto significa suministrarles frutas, verduras, proteínas y carbohidratos necesarios y controlados para cada edad”.
La obesidad infantil se considera cuando el niño está por encima del peso ideal de acuerdo a la edad y a la talla. Un cálculo promedio (que se debe verificar con el pediatra) es multiplicar la edad del menor por dos y sumar ocho. Es decir, si el niño tiene 4 años X 2 + 8= 16. O sea, que el niño debe pesar 16 kilos.




Sin embargo, el aumento del peso no es el único síntoma de la obesidad infantil. También lo es el apetito incontrolado. “Si su hijo sufre de ansiedad alimenticia lo mejor es darle una fruta antes de cada comida, esto ayudará a controlar el apetito”, sugiere el especialista Vera.


Un enemigo de peso pesado
La principal causa de obesidad infantil es el sedentarismo. Es acá donde los padres vuelven a jugar como modelos de sus hijos. Si los adultos no promueven la actividad física, es muy difícil que los menores se animen a realizar deporte.
Otra causa es la mala alimentación de los padres, la cual se las inculcan a los pequeños.
La nutricionista Claudia Angarita afirma que en la actualidad los niños están peor alimentados pero con sobrepeso, esto se debe a que la comida que suministrar es avanzada en calorías, grasas y carbohidratos”.
“Los padres están dando comida envasada, chatarra y de paquete, la cual no cuenta con los beneficios necesarios para el crecimiento del menor”.




Y no solo con la mala alimentación se ve afectada la vida infantil, el problema avanza y llega a la adultez, lo que hace que se genere mayor riesgo de osteoporosis, alteración del desarrollo sexual y enfermedades crónicas como: las cardiovasculares, diabetes, cáncer e hipertensión.
“En los niños entre más temprano se ubique la obesidad mucho más temprano aparecerán estas enfermedades. Hay pacientes infartados a los 25 o 30 años. Eso ocurre porque sus hábitos alimentarios en la niñez no eran adecuados”.


Esto a manera de prevención, pero si el niño ya presente síntomas de sobre peso, el padre debe llevarlo a un especialista, el cual le dará una dieta balanceada.
“Muchos padre pecan en eliminar los dulces y las grasas de las comidas de los niños, pero eso no lo deben hacer, porque el niño necesita de unas energías necesarias para el crecimiento, señala el gastroenterólogo pediatra Vera.
Y aunque las dietas no son recomendables para los niños, los padres deben tener cuidado, porque “las dietas se hacen en base a la edad, la talla y escolaridad del pequeño”, afirma la nutricionista Angarita.


Hábitos saludables
El aumento indebido de calorías y de grasas es el que propicia la obesidad infantil. En promedio los niños más o menos de 1 a 6 años deben consumir entre 1100 y 1500 calorías. Entre más pequeño, menos calorías.
Estas calorías deben suministradas en cinco comidas al día. El desayuno debe aportar el 25 por ciento; el almuerzo 30 y la comida 30. El resto de las calorías deben estar distribuidas en dos refrigerios.
“Es importante que en cada una de las comidas siempre haya un alimento energético; un carbohidratos ( arroz, papa, plátano); uno regulador (verdura) y un constructor (carne, pollo, pescado o huevo)”, señala Angarita.
También se les debe dar jugos naturales bajos en azúcar, alimentos ricos en fibra y dos o tres porciones de frutas y verduras.



Tenga en cuenta
· No dar jugos artificiales ni gaseosas.
· Evitar los productos de paquetes y las comidas rápidas.
· Dar postres caseros, como fresas con crema, arequipe o brevas.
· Incentivar el ejercicio desde temprana edad.
· No obligarlos a que se coman todo lo que le sirven. Para los niños es suficiente tres cucharadas de arroz, carne, ensalada y un jugo.
· Los padres deben comprender que la capacidad del organismo del niño es distinta a la del adulto.


Menú
El siguiente es un menú para un niño de 3 años, el cual ayudará a prevenir la obesidad:
* Desayuno: huevo, cereal con leche y jugo natural con poca cantidad de azúcar.
* Media mañana: kumis, yogurt.
* Almuerzo: proteína, vegetal y harina.
* Algo: avena y galleta.
* Comida: igual al almuerzo.
Sabía que las sopas están mandadas a recoger. Este tipo de alimento llena mucho y las únicas que no suben de peso son las de verduras o con proteínas (carne, pollo). Además, los niños se vuelven más perezosos para comer cuando toman sopas.

LA EPILEPSIA INFANTIL

Qué es la epilepsia infantil y cómo se trata?




La epilepsia es un trastorno intermitente del sistema nervioso, que afecta a 1 por ciento de los niños y que se caracteriza por crisis o convulsiones. La mayoría de los niños afectados por esta enfermedad puede desarrollar una vida "normal y sana".
Aunque su nombre pueda impresionar a muchos padres, la mayor parte de las epilepsias infantiles tienen buena evolución y obedecen al tratamiento.


¿Qué es la epilepsia?
Es una enfermedad neurológica en la que la acción de unas descargas eléctricas afecta a las neuronas cerebrales de los niños, desencadenando las llamadas crisis epilépticas. Estos ataques pueden obedecer a factores hereditarios, enfermedades infecciosas como la meningitis y la encefalitis, problemas en el embarazo o traumatismos craneales.




¿Por qué se produce la epilepsia?
El cerebro está formado por células llamadas neuronas, que se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos. Dichos impulsos hacen que realicemos movimientos voluntarios o recibamos sensaciones procedentes del mundo que nos rodea. Las crisis epilépticas se producen por descargas desorganizadas de impulsos eléctricos en grupos de neuronas. Si la alteración de las neuronas está localizada en un lugar del cerebro suele dar lugar a crisis focales. Cuando existe una excitabilidad general del cerebro en su conjunto, da lugar a crisis generalizadas, en las cuales no se suele encontrar una anomalía evidente en el cerebro y posiblemente sean debidas a una anomalía en la regulación de la comunicación de las células cerebrales, tal vez hereditaria, de origen genético.


¿Cómo saber si el niño es epiléptico?
Es importante saber que muchos de los episodios aparentemente críticos no son epilepsias. Las convulsiones febriles o los espasmos del sollozo, no entran dentro de la epilepsia. Un niño tiene epilepsia cuando:
- Padece de dos o más crisis convulsivas sin factores desencadenantes claros (fiebre, por ejemplo).
- Pierde el conocimiento, presenta ausencias breves o suspensiones momentáneas de la actividad consciente manifestadas de forma reiterada.
- Presenta contracciones musculares violentas, con sacudidas de uno o varios grupos de músculos.
- Presenta alteraciones bucales, náuseas o sudoración excesiva, acompañadas de movimientos anormales.




Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia
La epilepsia tiene tratamiento y los nuevos medicamentos mejoran la calidad de vida de los afectados por la enfermedad. Afortunadamente, la mayoría de los niños que la padecen pueden ser controlados con la medicación antiepiléptica. Excepcionalmente, se presentan crisis resistentes a múltiples tratamientos y, en ocasiones, necesitan enfoques diferentes como cirugía, un tipo de dieta llamada cetogénica o la implantación de un marcapasos en el nervio vago. Deben evitarse los factores que se sabe desencadenan un ataque en un niño determinado, tales como la televisión, videojuegos o luces de discoteca.
Algunos casos de epilepsia infantil se resuelven por si solos con el paso del tiempo, mientras la mayoría necesita tratamiento. Para confirmar un diagnóstico de epilepsia es necesario que se haga un electroencefalograma, un escáner y una resonancia.
Los medicamentos pueden controlar las crisis epilépticas en la mayoría de los niños. Normalmente, se comercializan en forma de comprimidos, jarabe o cápsulas. Es posible que el niño tenga molestias de estómago durante los primeros días o semanas al comenzar el tratamiento. Cualquier molestia que sienta el niño durante este periodo debe ser comunicada al médico.


¿Qué puede provocar una crisis epiléptica?
Son muchos los factores que pueden provocar crisis epilépticas en niños. En 7 de cada 10 casos no se puede identificar causa alguna, en el resto se pueden descubrir:


- Problemas del desarrollo cerebral durante el embarazo
- Falta de oxígeno durante o después del parto
- Traumatismos craneoencefálicos
- Tumores cerebrales (poco habituales en niños pequeños)
- Una convulsión febril muy prolongada
- Encefalitis o meningitis
- Casos de epilepsia en los familiares.


A parte de eso, en la aparición de un ataque de epilepsia infantil pueden influir los cambios de tiempo, los cambios de ciclos lunares, la falta de sueño y las alteraciones en el descanso nocturno, factores todos ellos que incrementen las posibilidades de sufrir una crisis en niños ya predispuestos a esta enfermedad neurológica.

CALENDARIO VACUNACIÓN INFANTIL

Cuándo y de qué vacunar al bebé según la edad que tenga



Desde el nacimiento y hasta los 14 y 16 años de edad todos los niños deben vacunarse, para evitar determinadas enfermedades así como sus consecuencias y complicaciones.
La vacunación es una de las medidas mas eficaces para la prevención de las enfermedades. Actualmente, casi todos los países disponen de un programa que contempla 10 enfermedades: Difteria, Tétanos, Tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b, Hepatitis B, Meningococo C, Poliomielitis, Sarampión, Varicela, Neumococo, Paperas y Rubéola.


¿Cuándo debemos vacunar a nuestro bebé?
La vacunación debe ser controlada por el médico o pediatra. La primera vacunación infantil se aplica en centro sanitario donde ha nacido el bebé. Allí recibirá su primera dosis de Hepatitis B. A partir de esta fecha, las vacunaciones se irán administrando a los 2 meses de edad, a los 4 meses, 6 meses, 15 meses, 18 meses, 4 años, 11 años y 14 años.


¿Cuánto tiempo dura la protección de las vacunas?
La mayoría con una o varias dosis protegen para toda la vida. Otras como el tétanos y la difteria, necesitan dosis de refuerzo para recuperar la protección adecuada.


¿Qué tipo de reacción producen las vacunas?
Como cualquier medicamento pueden algunas veces producir alguna reacción. Las más frecuentes son de tipo local. Como dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección. En algunos casos puede aparecer un poco de fiebre, normalmente moderada.