miércoles, 29 de junio de 2011

CUANDO LOS HIJOS DOMINAN A LOS PADRES


Seguramente, le ha pasado que su hijo…


…No quiere comer.
…No quiere dormir.
…Quiere que le compremos dulces.
…Quiere salir con un juguete en especial.
…Quiere jugar más tiempo.




La reacción que usted tenga desde el comienzo influirá mucho en el futuro.


¿Reconoce a su niño en alguna de estas situaciones?
Se tira al piso.
Se induce el vómito.
Me avienta las cosas.
Se pone a gritar


Finalmente, ¿ha dicho alguna vez alguna de estas expresiones?
No puedo con él.
Está insoportable.
Nos domina.
Mi hija quiere algo y tenemos que dárselo.


Algo no está funcionando, y puede identificarlo con facilidad. Intente recordar la primera vez que sucedió una pataleta. ¿Le compró lo que quería? ¿El niño logró su objetivo con facilidad? Es probable que se haya repetido la historia en otros lugares, con diferentes situaciones, pero el resultado sigue siendo el mismo: el niño siempre gana.
Al crearse esta rutina, de que el niño quiere algo, hace la pataleta, lo consigue, está usted reforzándolo en su niño, pensando en que ya pasará, pero lo real es que no sólo no pasará, sino que continuará repitiéndose el caso y aumentará cada vez. Ya no será un llanto, sino un berrinche, un grito, aventar objetos, etc.
Subestimar al niño, pensar que es un bebé puede ocasionar este problema. Los niños saben muy bien a quién recurrir, dónde la pataleta sí funciona y dónde no. De esta manera usted notará que en el colegio o kínder puede ser un niño obediente, amable y en casa volverse una pesadilla para usted.


Cuando mamá y papá no están:
Ser madre y profesional es muy común actualmente. Realizarse como madre y profesional es una meta que puede ocasionar que la madre tenga sentimientos de culpa, por dejar al niño al cuidado de terceros, y llegar cuando está durmiendo. ¿Cómo compensar el tiempo perdido? Comprarle todo lo que quiere, o tolerar que se porte mal, la idea es sentir su cariño, nos cuenta Inés.


Indudablemente, todos queremos lo mejor para nuestros hijos, verlos realizar sus sueños, pero hay algo en el proceso que a veces falla y es el aspecto de la conducta, ¿cuáles son los límites?


¿Qué hacer?


Si es su caso, lo mejor es cortar esto de una vez. Los berrinches no sólo afectan el momento, sino las relaciones con la familia, con los amigos, incluso en la escuela y la futura vida social de este niño. Damos algunas recomendaciones al respecto.


-Ganar su cariño? Comprándole todo lo que se le pida, no estás obteniendo el cariño del niño, estás enseñando al niño a lograr lo que quiere.
-Evita el no. Abusar de la palabra no, puede traer reacciones violentas en el niño. Incluso él mismo puede decir que no puede lograr algo.
-Los niños imitan. Imitan al hermano, al amigo de la cuadra, del colegio, a nosotros como padres, nuestras reacciones pueden ser muy bien expresadas por nuestros hijos.
-Evitar gritar. Cuando el niño hace algo mal, el error más grande y más común que hacemos es gritar, pero al gritar, el niño no aprende a portarse bien, sino a gritar igual que los padres. Enseñar a manejar las emociones a los niños debe hacerse desde que son muy pequeños, las consecuencias se aprecian posteriormente.
-Bríndale amor. Enseña a tu niño explicándole las cosas, así sea pequeño. Habla con él, enséñale. Así ambos ahorrar el mal rato que provocará un berrinche.


Fuente:cosasdelainfancia

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