La etapa de la infancia es considerada de vital importancia para el desarrollo del niño, los numerosos estudios e investigaciones proporcionan información sobre el desarrollo del cerebro durante los seis primeros años de vida y sobre la importancia de la estimulación sensorial. En esta etapa, el niño entra en contacto con el mundo a través de los sentidos y del movimiento; toca, manipula explora los objetos de su entorno, en los primeros meses realiza sus primeros movimientos, puede levantar y girar su cabeza, luego
sentarse, gatear, ponerse de pie para luego desplazarse de manera independiente, posteriormente podrá realizar mayores destrezas como correr y saltar. Estos logros evidencian un desarrollo a nivel motor como también cognoscitivo, pues como muchos autores indican: el pensamiento del niño evoluciona en base al conocimiento que éste tiene sobre la realidad; de esta manera conforme el niño va creciendo, siente la necesidad de explorar, percibir las características de los objetos, va ordenando sus actividades mentales, sus ideas, ya que estas facilitarán el desarrollo de nuevas habilidades, entonces podrá reconocer detalles, relacionar, comparar, establecer analogías, desarrollar su pensamiento.
La teoría de Piaget es uno de los científicos que ha dedicado gran parte de su vida al estudio del pensamiento en el ser humano, afirma que la inteligencia se construye a partir de la actividad motriz y en los primeros años de su desarrollo, todo el conocimiento y su aprendizaje se centra a partir del movimiento y la acción del niño sobre el medio.
El movimiento implica la representación mental y la interiorización de las relaciones espaciales es decir la relación de nuestro cuerpo con el espacio así como la constante búsqueda de experimentar, investigar y tener información acerca de los objetos.
La psicomotricidad activa el pensamiento del niño…
Mediante el juego psicomotriz se puede estimular el pensamiento, así cuando se le pide a un niño que salte como un conejo, debe realizar una representación mental del conejo y de la manera cómo éste se desplaza a la vez que hará una representación mental de la “acción” que deberá realizar.
Esta es la razón por la que profesoras y especialistas en educación temprana le conceden tanto valor a las actividades y juegos de tipo motriz, pues de esta manera se irá desarrollando el pensamiento del niño, ya que empezará a representar mentalmente los objetos con los cuales ya experimentó, generando nuevas ideas y asociándolas con el objetivo de resolver problemas cada vez más complejos.
Para muchos estas actividades pueden resultar sencillas y sólo recreativas, pero la realidad es otra, para el niño significa la oportunidad de desarrollar cada vez más su pensamiento y de demostrar sus logros.
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