jueves, 13 de octubre de 2011

Cómo actuar frente al bebé



El bebé es parte de la familia, está presente con su personalidad, y comparte lo que pasa en la casa. Por lo tanto, ya no se puede actuar como si no estuviese; siempre hay que tenerlo en cuenta. El mito que supone la impermeabilidad del bebé a los asuntos de los adultos es el causante de muchos errores y conductas inadecuadas de los padres.
O lo hacen participar demasiado de las circunstancias fa miliares (agresiones, amor, preocupaciones), porque supuestamente no entiende, entonces nada se le oculta. O lo tratan como si no perteneciera al ámbito familiar, lo dejan al margen de los acontecimientos, y no lo preparan para los hechos importantes (mudanza, nuevo embarazo, separación). Así, la nueva sitúación se le impone al bebé abruptamente sin aviso previo, lo que puede producirle sensación de desamparo, y dejarle “agujeros” en su historia.


Y atención a las señales, gestos, medias palabras, con los que algunos padres se transmiten información prohibida para el chiquito. El “huele” algo extraño en el ambiente, sospecha el ocultamiento y adquiere desconfianza. Su radar funciona a las mil maravillas.


Ahora bien, cuando decimos que el niño comprende, no estamos afirmando que esa comprensión sea la misma que la del adulto, y que traduzca como él las palabras, los gestos, los actos. El bebé percibe, sobre todo en los primeros meses, a nivel corporal, y responde también corporalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario