lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Es la fiebre una señal de la dentición?


Para muchos padres, la pregunta sobra. La fiebre, al igual que la irritabilidad, el babeo y el enrojecimiento de las encías del bebé siempre se han considerado síntomas clave del proceso de la dentición. Una investigación realizada en la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil descarta a la fiebre alta como señal de este proceso tan normal en el desarrollo de los bebés, sorprendiendo incluso a los autores del estudio. Infórmate sobre el hallazgo y cómo aliviar los malestares de la dentición (cuando le sale el primer juego de dientes al bebé).


Los primeros dientecitos del bebé comienzan a brotar alrededor de los 6 meses de edad. Antes de que broten, las encías se inflaman, se enrojecen y el bebé comienza a dar muestras de inquietud. Llora, deja de comer por el dolor, aumenta la salivación y el babeo y se lleva cualquier cosa a la boca buscando alivio. Muchos padres han creído siempre a pie juntillas que junto a todos los síntomas anteriores se sumaba también la fiebre. Eso es hasta ahora.


Un nuevo estudio realizado en Brasil afirma que aunque la temperatura suba ligeramente (solamente unas décimas) durante la dentición, no existe relación entre la fiebre y el brote de los dientes. “El resultado me sorprendió” comentó Joana Ramos-Jorge, autora del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de Minas Gerais. “Al igual que gran parte de la población, yo también creía que la fiebre podía ser una señal del brote de los dientes”.


Para estudiar las señales y los síntomas de la dentición, varios dentistas brasileros rastrearon el desarrollo de 47 bebés entre los 5 y los 15 meses de edad durante 8 meses. Según sus observaciones, el día del brote del diente, los bebés tendían a presentar goteo nasal, diarrea, sarpullido o erupción en la piel, poco apetito, irritabilidad, babeo y dificultad para dormir. La temperatura corporal tendió a subir unas cuantas décimas desde el día del brote hasta el día después (hasta unos 98.24 grados Fahrenheit/36.98 centígrados). Estos resultados saldrán publicados en la edición de septiembre de Pediatrics.


La doctora Roya Samuels, pediatra en el Cohen Children´s Medical Center en Nueva York considera que esta elevación en la temperatura está todavía en el rango de lo normal por lo que no se considera fiebre. La doctora recomienda educar a los padres y desmentir la creencia que la fiebre alta se asocia con la dentición. Ella ha visto llega a su consulta padres con bebés con fiebre de 101 grados F (38.30 grados C) o más y no darle importancia por achacarla a la dentición. No se ha demostrado, afirma Samuels, que la fiebre alta esté relacionada con la aparición de los dientes. Es importante que los padres lo sepan para que acudan cuanto antes al pediatra para buscar la verdadera causa de la elevación en la temperatura.


¿Qué puedes hacer para aliviar las molestias del bebé durante esos días en que le están saliendo los dientes conocidos como “dientes de leche” o dentición primaria?


Si el bebé se muestra muy molesto y llora y no puede dormir, puedes darle acetaminofén (o Tylenol) para bebés (revisa la dosis que indica el envase y usa el medidor que trae el producto. En caso de duda, consulta con el pediatra o el farmacéutico).
Un masaje de alrededor de 2 minutos en las encías lo puede aliviar (es posible que el bebé se resista al principio). Frota la encía suavemente, especialmente el área que esté más enrojecida y protuberante, por la que saldrá el dientecito.
Para aliviar el dolor y el escozor, ofrécele juguetes o anillos especiales para la dentición que estén fríos (no congelados). Si dejas que se congelen, estarán muy duros y pueden ocasionarle más dolor, en lugar del alivio que tanto necesita. También le puedes dar a morder una toallita limpia y húmeda que hayas dejado enfriar en el refrigerador durante una media hora. Es importante que vigiles lo que el bebé se lleva a la boca. Procura que todo lo que le des a morder esté limpio. En su afán de encontrar alivio puede llevarse a la boca algún objeto peligroso o sucio. Ten cuidado.
Límpiale bien la carita para quitar la saliva o la baba y así evitar que se le irrite la piel.
No se recomienda que uses geles o cremas de venta libre para adormecer las encías porque se han reportado casos de reacciones severas a la benzocaína que contienen.
Si durante este proceso sientes al bebé más caliente de lo acostumbrado, mídele la temperatura. Si el termómetro indica que tiene fiebre, llama al pediatra. Hay que averiguar qué la causa (un virus, una infección de garganta o de oído, por ejemplo).
En unos cuantos días brotará el diente y el bebé se sentirá aliviado. La inquietud, el babeo y el malestar se desvanecerán hasta que surja el próximo diente. Cuando llegue ese momento mamá y papá ya están mejor preparados y si aparece una fiebre alta, sabrán que no se debe tomar a la ligera ni se debe a los dientes, deberán consultar a su pediatra para determinar la causa.

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